Es una de las leyendas más populares, no solo de la religión católica, sino del mundo. Se considera como el origen de las historias de caballeros que rescatan a princesas de dragones, siendo al mismo tiempo un ejemplo de fe, valentía y la vida cristiana más pura.
San Jorge y el Dragón
Es un relato bastante popular que apareció alrededor del siglo IX. Así pues, es considerado incluso como uno de los primeros cuentos de hadas en la historia de Occidente.
Suele representarse, sobre todo en pinturas y en el arte en general, al Santo montado sobre un caballo, clavando una lanza en el cuerpo de la Bestia.
Se dice que nació a finales del siglo III, en lo que hoy se identifica como territorio turco, que en aquel momento era parte del Imperio Romano. Fue hijo de un oficial del ejército pagano y una mujer creyente, siendo un soldado como su padre.
En su juventud se dedicó a la labor militar, formando parte del séquito del Emperador Diocleciano, volviéndose uno de sus guardas personales. No obstante, aproximadamente en el año 303 las circunstancias cambiaron bastante.
El mito se extendió durante siglos por todo el territorio europeo. Durante la edad media, no obstante, la historia se popularizó, colocando al Santo como un caballero quien enfrentaba a un feroz dragón, que a su vez aterrorizaba a los habitantes de la zona.
¿Cuál es la Leyenda de San Jorge y el Dragón?
La leyenda es una de las tradiciones europeas mejor conservadas en estos días, sobre todo en Aragón, Cataluña y otras zonas que guardan devoción al Santo.
Si bien es difícil confirmar la veracidad de la misma (e incluso la existencia del propio mártir), la leyenda lo interpreta como un soldado romano nacido en Capadocia, miembro del ejército del Emperador Diocleciano.
Explica un suceso ocurrido durante esta época. Se ilustra a Silca, una ciudad libia, que era presa de la rabia de una feroz criatura mitológica, el dragón que atemorizaba a la población desde un lago cercano.
Cada día, los ciudadanos le entregaban un par de ovejas en el lago que habitaba, con el fin de que no los atacara. Una vez no quedó más ganado, se decidió sacrificar a las mujeres jóvenes que fueran elegidas a través de un sorteo.
En una ocasión, la hija del Rey fue seleccionada. En el momento en que iba a ser entregada, él se hizo presente, montado sobre su caballo y subiendo a la joven con él.
Fue entonces cuando clavó su lanza en el cuerpo del dragón, del cual se dice que de su sangre brotó una roza. Valiente y como todo un caballero, le entregó la rosa a la Princesa. Acto seguido, recogió el cuerpo de la bestia y lo llevó de regreso a Silca, pidiendo a todos los ciudadanos que se bautizaran como retribución.
Aun así, toda la situación jugó en contra de él. Al confesar su fe cristiana en plena época romana, se vio perseguido y pronto castigado por el Gobernador Daciano. Tras su confesión, fue torturado por mucho tiempo y finalmente decapitado el 23 de abril del año 303 según distintas fuentes.
¿Qué Quiere Decir Jorge?
Es un nombre masculino, cuyo significado suele traducirse como «jardinero» o «agricultor», al provenir del griego «Georgos».
En toda la historia de occidente, es un nombre que se ha vuelto bastante popular desde el siglo XI, justo cuando se desarrollaban las Cruzadas. En honor a la leyenda de San Jorge y el Dragón, no fue extraño que el nombre y el propio mito se extendieran con facilidad.
Desde ese punto, su veneración inició a hacerse más fuerte entre distintos grupos, desde los católicos hasta los musulmanes, siendo uno de los pocos santos en conseguir tal reconocimiento de comunidades tan distintas.
El nombre del Santo, así como la historia no han hecho sin no acrecentar su reconocimiento entre los creyentes, aun siglos después de su fallecimiento trágico. Su culto solo ha aumentado, creando tradiciones y plegarias que exaltan sus virtudes mostradas en vida.
La devoción existente, principalmente, de la existencia de la leyenda, así como del doloroso final de su vida. Estas dos condiciones no hicieron más que atraer a muchos creyentes a seguir su ejemplo de valentía, caballerosidad, altruismo y sobre todo, fe.