La bendición no solo fue recibida de miles de maneras por hombres y mujeres en vida y muerte, sino directamente por su hermano León, a quien le envió fuerza suficiente para continuar viviendo.
Si quieres saber más respecto a esta historia, te invitamos a que te quedes con nosotros mientras te explicamos la bendición de él.
Bendición de San Francisco de Asís
Se compone por un pergamino de diez centímetros por catorce centímetros. El escrito reúne las siguientes palabras como bendición de San Francisco de Asís al hermano León:
y él te guarde siempre.
Que sobre ti coloque
su faz y su misericordia.
Vuelta su rostro a ti
para concederte paz.
El Señor te dé su bendición,
hermano León.
En ese momento, toda tentación que aquejaba al hermano León desapareció y vivió en paz por el resto de sus días. Posteriormente, este fray tomó un pedazo de pergamino y acotó lo siguiente en tinta roja, de forma autobiográfica:
El siempre bienaventurado
hermano Francisco de Asís
escribió con su puño
y letra esta
bendición para mí,
su hermano León.
¿Cómo es la Celebración de San Francisco de Asís?
Se celebra el 4 de octubre de cada año para la Iglesia, justo un día después de la conmemoración de su fallecimiento. Asimismo, y debido al estrecho vínculo del Santo misericordioso con todos los seres vivos, ese día se celebra igualmente el Día Mundial de los Animales.
La celebración se lleva a cabo conmemorando un episodio de su vida.
Fue bautizado por su familia como Giovanni di Pietro Bernardone. No obstante, al cambiar su modo de vida, decidió que lo mejor era cambiar su nombre.
Así pasó de ser el hijo de un rico comerciante, que siempre buscaba la gloria y la satisfacción para sí mismo, a un hombre humilde, que dedicó su vida a servir a los suyos y al Señor.
La celebración se conmemora entonces el día tras su fallecimiento. En muchos lugares del mundo, los creyentes de distintos orígenes crean festividades elaboradas y animadas con las cuales se celebra la vida y obra de este Santo.
En este día se busca celebrar la vida de este ejemplo de la fe, la humildad y el amor que debe seguir todo cristiano.
Vivió con sacrificio, sencillez y verdadero amor a Dios y a su prójimo.
Es por ello que, incluso después de tantos años de su muerte, muchos han sido capaces de conseguir la bendición de San Francisco de Asís, que les permite seguir sus pasos y servir verdaderamente al Señor.