⊛ Oración a San José para el amor

Es San José el mejor ejemplo del amor puro y divino, incondicional y protector, por lo que la rezo para el amor es siempre escuchada y con positivas respuestas.

Oración a San José para el amor

Al hacer la oración a San José para el amor, debemos tener una profunda fe y creer que por su infinito amor San José intercederá para hacernos dignos de recibir su gracia. A continuación la poderosa Oración a San José para el amor:

“Oh Amadísimo San José,
fuiste designado por nuestro Dios para tener
el poder de hacer posibles las cosas humanamente imposibles,
ven a socorrerme en las dificultades que estoy sufriendo.
Abrígame con tu protección en la importante causa
de vida que te confío y para que me brindes una solución rápida y favorable.
Oh mi buen amado padre,
en ti depósito toda mi confianza,
que nunca exista situación o persona que pueda
jamás decir que mi petición fue en vano.
Tú mi glorificado santo, todo lo puedes junto a Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es igual a tu poder.
San José, hombre puro y bondadoso a quien Dios
le confió el cuidado y protección
de la más santa familia de todos los siglos.
Te pido padre (hace la petición) y
protejas nuestra familia,
permítenos vivir y morir en el amor de Jesús y María.
Amado San José, ruega por nosotros.
¡Amén!”

Virtudes de San José

Lo más probable es que Dios conociera muy bien las virtudes de San José, ya que la misión que Dios le tenía guardada, solo un hombre con sus condiciones era capaz de superarlas.

Entendamos como virtudes a las cualidades que son exclusivas de cada individuo y los hacen únicos. Estas cualidades se relacionan con los valores espirituales, morales y éticos de cada individuo.

Al elegir Dios a la Santísima Virgen María como madre de su único hijo y elegir a San José como padre terrenal de su hijo, el creador no solo elegía a la madre por sus dones, sino también por el virtuoso hombre que tenía como esposo.

Por lo que se deduce que el Creador no solamente eligió a María, sino también a San José, solo este hombre contaba con todas las virtudes que se requería para ser la guía de Jesús en el camino santo que recorrería.

Como se comenta, los caminos de Dios, guardan muchos misterios, y debemos confiar que todo lo que hace, es para el bien, por lo que la elección de San José fue parte de esa magna obra de nuestro señor.

Explicaremos a continuación, las virtudes o cualidades de San José:

La Humildad, siendo está la capacidad humana de reconocer sus errores y mantener controlado el ego, al no hacen alarde de las cualidades y logros de un individuo. Por lo que San José es el más extraordinario hombre para guiar a Jesús y él a su vez pudiese predicar la palabra de dios de forma exacta. Jesús no presumió de su condición divina, gracias a la humildad que José con su ejemplo de la sencillez le había inculcado, siendo un valor esencial en la vida de un buen cristiano.
La incondicional Fe, se dice que fue una de las más grandes virtudes de San José, la cual demuestra al educar a su hijo en la fe en Dios. Sin duda alguna, tanto el amor como la fe son capaces de mover montañas. Fue San José un hombre justo y un ferviente creyente de la palabra de Dios.
Una de las virtudes de un buen cristiano es el trabajo. San José se dedicaba a la carpintería, en su época era catalogado como artesano, enseñándole a Jesús su oficio. Para acercarnos a Dios se debe cumplir con las tareas, nos fortalece y enfoca nuestro cuerpo, mente y espíritu. El trabajo proporciona el pan sobre la mesa de la familia.
Una de las características personales de San José fue su gran devoción por Dios. Como muestra la fe en Dios que José inculcó en Jesús, enseñándole la oración con palabras que nacen del corazón.
Todas las veces que el ángel del señor avisaba a José que debía proteger a su familia, éste lo hacía sin mayores cuestionamientos, prevaleciendo el sentido de protección familiar que todo padre cristiano tiene presente.
La penúltima virtud de San José, se representa en la castidad. San Jose respetaba la candidez de su joven mujer y permaneció casto. Inculcando en su hijo Jesús, el respeto por la mujer, por lo que fue un hombre casto, dedicado a la fe, no se dejó tentar por los delirios de la carne.
La obediencia de San José a las designaciones de Dios es ilimitada, apoyándose en su gran fe, San José obedecía la palabra de Dios sin reclamos. Asumiendo la responsabilidad de proteger a la Santa Familia.