Representa muchísimo más que aquella cueva y aquella Basílica en la que se encuentra. Peregrinos y otros creyentes elevan plegarias en nombre de la Virgen cada día y cada año, evocando aquella legendaria victoria en la cual apoyó a sus hijos más amados sin titubear.
Oración a la Virgen de Covadonga
A continuación te mostraremos cuál es la oración. Esperamos que con ella puedas hacer tus plegarias con confianza de que esta Virgencita interceda por ti frente a Dios y cumplir tu petición.
Bendita la Virgen que reina en nuestra montaña.
Aquella cuyo trono se encuentra en la cuna de España.
Aquella que es más bella y deslumbrante del sol.
Tú, Virgen de Covadonga,
madre y reina de los peregrinos.
A quienes ellos proclaman tu amor divino,
cuya alma resguarda a todos
los integrantes del pueblo español.
Dios te salve reina, Dios te salve.
Pues tu pueblo hoy te corona.
Escucha los cantos que te imploran,
con alma y corazón,
que mantengas nuestras alegrías,
bendiciones y protección.
Santa Madre, que eres
vida y esperanza,
guarda con tu espíritu nuestras peticiones
y mantén tu mirada amorosa
sobre tus hijos en esta Tierra.
Ilumina el camino de la gloria,
brilla como la estrella del alba.
Pues el pórtico de tu gruta será
el templo de tu historia y de la nuestra.
Tú eres el cielo y la fe que
besa con ternura el alma de España,
que se agacha a besar tus pies.
Virgen de Covadonga,
flor del cielo que adorna nuestras montañas,
que las llenas de tu perfume.
Tú, quien es amante hermosa
y Reina de España, de todos aquellos
que triunfen en tu honor.
Pues todo aquel que sus
ojos volteó hacia ti,
hoy y siempre, quien tu nombre
tuvo en sus labios,
y cuyo corazón envío su
amor a ti,
vivió y vivirá por siempre.
Cuídanos a todos tus hijos,
Santa Madre, aquellos que recurrimos
a ti para celebrarte y para suplicarse.
Bendice a los hombres
y mujeres que, con confianza,
escuchan tus palabras dulces.
Amén.
¿Quién fue la Virgen de Covadonga?
Es una muy conocida entre los creyentes, sobre todo entre los fieles españoles, quienes han escuchado de primera mano muchos relatos sobre ellas.
En su momento, cuando el ejército musulmán dominaba la península ibérica, los pobladores de Covadonga se rebelaron contra sus opresores. Don Pelayo, líder de los rebeldes montañeses y astures, comandaba un ejército cuyas primeras batallas terminaron de forma desfavorable, causando la victoria de los árabes.
Cuando se vieron más y más reducidos, los españoles decidieron resguardarse entre los picos europeos. Su refugio fue, principalmente, un valle angosto, gracias al cual se protegieron de los enemigos. En ese punto, Don Pelayo y sus hombres tenían ventaja frente a sus enemigos al conocer mejor el terreno, a sabiendas de todas sus condiciones.
La mayor parte del poder sobre la península se encontraba concentrado en el Califato de Córdoba. Fue por medio de sus órdenes que se decidió lanzar un ataque a los pies de la Cueva de Covadonga.
En la batalla, los astures decidieron bajar por las laderas, conociendo más la características del terreno. Allí se encargaron de emboscar a los musulmanes, a quienes pudieron atacar al quedarse atrapados en aquel valle. Tras la sangrienta lucha, los españoles se alzaron victoriosos sobre todo.
Este día comenzó lo que se conoce como la Reconquista, un movimiento que duraría unos cuantos siglos más. La victoria fue atribuida a la Virgen, quien en más de una ocasión apareció a las personas que pedían o rezaban en las cuevas, reunidos elevando plegarias para derrotar a los musulmanes.
Tras las batallas y el derramamiento de sangre, diversos fieles volvieron aquella cueva el santuario católico en honor.
Milagros
Uno de ellos fue a una mujer nativa de Gijón de Monteana. María de los Ángeles Fernández, esta mujer, subía de rodillas todos los escalones (ciento tres en total) que componían la entrada hasta la cueva, la cual fue conocida como la «Escalera de las Promesas».
Ella decía que las piedras que se le clavaban en sus piernas no eran más dolorosas que el hecho de ver a su marido hundido en un coma durante veintiún días. El día 2 de julio el esposo sufrió un accidente mientras trabajaba como soldador, donde se fracturó tres costillas y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. A pesar de que se le operó de inmediato, su vida seguía corriendo peligro, puesto que se había roto varias arterias y tenía una lesión en el diafragma.
Ante esta situación, su mujer pidió de esta forma tan dolorosa por su sanación a sus pies, finalmente, Marcos, el marido, consiguió levantarse tras todo aquel tiempo en peligro.
Este es solo uno de los milagros que se le adjudican, excluyendo aquel que le dio el nombre en primer lugar. No obstante, el milagro en el valle que otorgó la victoria al ejército español será siempre el más recordado.
¿Dónde es Venerada y Cómo es su Celebración?
Es una aparición venerada por los asturianos. Esta suele nombrarse como La Santina, siendo una imagen que se puede ver en la entrada de aquella cueva, en el Principado de Asturias, España. Es por ello que la mayoría de sus fieles provienen de esta comunidad, a pesar de que su culto se extiende por todo el país.
Guarda una gran importancia para muchísimos españoles, siendo una de las siete Patronas de las Comunidades Autónomas de España. Por lo tanto, su santuario es un centro de peregrinación y veneración fundamental para los creyentes de todos orígenes.
Dicen diversas fuentes que ayudó a los españoles que acompañaban a Don Pelayo provocando una avalancha de rocas que destruyeron gran parte del ejército musulmán. Dicha victoria fue la primera de muchas que promovieron la Reconquista de los cristianos por toda la península.
Actualmente, la imagen de la Santina que se venera comparte las características de la primera figura que alababan los asturianos. Tiene un chorro de agua que corre por sus pies, que se dice que fue como la Virgen María bautizó a España.
Al ser una de las figuras más veneradas de España, su fiesta se celebra todos los 8 de septiembre, al contrario de la mayoría de fiestas a la Virgen, las cuales se llevan a cabo en mayo.
En este día se conmemora la victoria contra los árabes, por lo cual se entonan himnos y cantos en toda Asturias y en toda España.
